Británicos, franceses y alemanes lideran la compra de inmuebles fundamentalmente turísticos

Hace años, el mayor premio en un concurso de televisión, como el Un, dos tres, era el apartamento en la playa. Éste, junto con el coche, era la recompensa por la que todo concursante suspiraba. Pero contar con una casa en la costa no era sólo cosa de los programas de TV. Disponer de un piso o un apartamento en alguna de las zonas de España que miran al mar era síntoma de prosperidad y crecimiento.

Durante la última crisis, este segmento del mercado de la vivienda fue uno de los grandes damnificados, pues, además de que en los años previos se construyó con unas expectativas demasiado halagüeñas, muchos propietarios se vieron en la necesidad de deshacerse de esos inmuebles o bien alquilarlos para sacarles una rentabilidad.

Pero la crisis no repercutió igual en todas las zonas de costa. En aquellas situadas más al interior y, por tanto, menos consolidadas, la caída de los precios llegó a alcanzar hasta un 60%. Áreas como Castellón, Murcia y Almería, fueron algunas de las que más sintieron ese impacto. Sin embargo, en zonas con más tradición turística, como las localidades alicantinas de Jávea o Benidorm, el golpe de la crisis fue algo menor.

Además, la inversión extranjera, que hoy se mantiene, también amortiguó la caída de este segmento. Según los últimos datos de la Estadística Registral Inmobiliaria (ERI) del Colegio de Registradores de la Propiedad correspondientes al primer trimestre de 2018, en los últimos 12 meses cerca de 63.000 compras de viviendas han correspondido a extranjeros, «superando las más de 61.000 interanuales al cierre del trimestre precedente». Así, la adquisición de pisos por parte de extranjeros se mantiene por encima del 13%, alcanzando un resultado interanual del 13,11%.

Británicos (15%) franceses (8,15%) y alemanes (7,83%) son las tres nacionalidades más numerosas interesadas en el sector inmobiliario español.

Beatriz Toribio, responsable de Estudios de Fotocasa, señala que los datos demuestran que, “en el caso de los británicos, el efecto del Brexit no ha sido tal, pues siguen siendo los inversores más numerosos en el mercado inmobiliario español. Es cierto que estas tres nacionalidades, históricamente, han sido las mayoritarias, pero empiezan a aparecer otras como la noruega o la china”.

Los archipiélagos, a la cabeza

Desagregando los datos por comunidades autónomas se ve que el interés de esta inversión proveniente de fuera de España se centra en destinos turísticos, preferiblemente de costa. Así, “las comunidades autónomas con mayor peso de compra de vivienda de extranjeros han sido fundamentalmente las tres que vienen encabezando los resultados: Baleares (31,72%), Canarias (29,62%) y Comunidad Valenciana (26,47%)”, señalan los registradores. En estas tres comunidades prácticamente una de cada tres compras de vivienda ha correspondido a foráneos.

A estas tres autonomías le siguen otras con un alto atractivo turístico de sol y playa para los inversores extranjeros. Se trata de Murcia (17,50%), Andalucía (13,97%) y Cataluña (11,64%).

“El comprador de vivienda en la costa es sobre todo extranjero, atraído no sólo por el clima sino también por los precios de los inmuebles en nuestras costas. Es cierto, que el inversor nacional se está despertando, pero muy lentamente”, señala Toribio. Recuerda, además, que, según el último estudio sobre el mercado inmobiliario realizado por Fotocasa, el 12% de quienes participaron en alguna compraventa en el último año buscaban adquirir una segunda residencia y un 11% querían comprar como inversión. Toribio llama la atención al hecho de que el 34% de aquellos interesados en comprar esa segunda vivienda la querían para destinar al alquiler de corta estancia.

En opinión de Pedro Soria, director Comercial de la tasadora Tinsa, con el ajuste de precios durante la crisis, “ha ganado protagonismo la compra para dedicar al alquiler. Entre los compradores extranjeros los hay que quieren residir en España de forma permanente en su jubilación (o ya lo están haciendo) o, al menos, quieren pasar aquí largas temporadas. Entre los nacionales, la demanda más activa es la que busca rentabilizar su inversión por la vía del arrendamiento, aprovechando la popularización en los últimos años de plataformas que hacen más accesible que años atrás la gestión del alquiler de corta estancia”.

Pero, ¿dónde se obtiene una mayor rentabilidad?

Según los datos facilitados por Urban Data Analytics (UDA), la localidad canaria de Arrecife es la que ofrece mayores rendimientos. Su rentabilidad combinada, es decir, la que se obtiene del alquiler y la plusvalía de venta, llega al 33,5%.

Los responsables de UDA señalan que “alta rentabilidad y bajo riesgo deben ser las piedras angulares de una buena inversión. Ciertos municipios con altos rendimientos combinados, como Arrecife, cuentan con un mercado de alquiler poco activo y, por tanto, poca liquidez y bastante riesgo”.

Siguiendo la estela de subida de precios actual del resto del mercado residencial, el de costa también está reflejando incrementos. Baleares, Canarias y las grandes ciudades como Madrid y Barcelona son las áreas donde más están aumentando. “En el caso de las Islas Baleares, ya se registran subidas del 10%, y en Ibiza, concretamente, ya se está a niveles de los años del boom. Pero hay una ciudad que marca la diferencia y ésa es Málaga, también su costa, donde se ha experimentado una subida de precios del 17%”, apunta Toribio.

Además de estas zonas, el director Comercial de Tinsa, apunta otras donde también se está produciendo un crecimiento de los precios y de la actividad. Se trata del “norte y sur de Alicante, los alrededores de Barcelona y ciertos enclaves de la costa de Cádiz, como Sotogrande y Tarifa”. Añade que “también se han registrado en el último año crecimientos importantes en ubicaciones donde empieza a hacerse patente el cambio de tendencia tras años de ajustes, por ejemplo, en ciertos enclaves de la costa de Pontevedra o de Huelva”. En lo que se refiere a la provincia gallega, los datos recogidos por Tinsa arrojan una subida del precio del metro cuadrado en la localidad de Sanjenjo del 24,6%, respecto al año anterior, hasta alcanzar los 1.753 euros el metro cuadrado en el primer trimestre de este año. “Son zonas vinculadas principalmente a la demanda nacional, que se ha recuperado más tarde que el comprador extranjero. También en la Manga del Mar Menor ha mejorado la situación del mercado vacacional en el último año, aunque todavía no ha tenido efecto palpable en los precios”, señala Soria.

Pero hay otras regiones en las que la recuperación va más lenta. Se trata de “Castellón, la costa gaditana y, en general, la costa cantábrica, con la excepción de País Vasco, donde el mercado de segunda residencia se confunde con el de primera, y de ciertos enclaves del litoral asturiano”, sostiene Soria.

En su opinión, y desde una perspectiva general, “la mejora del mercado de vivienda vacacional se va extendiendo, poco a poco, a más zonas. En primer lugar, se percibe en una reactivación de compraventas, y después en precios y en actividad de nueva construcción”. Soria añade que, según el último IMIE General y Grandes Mercados de Tinsa, “la costa mediterránea se ha encarecido de media un 3,4% en los cinco primeros meses del año, pero todavía arrastra un descenso acumulado desde máximos de 2007 del 44%. Siguen existiendo focos donde el stock tendrá una digestión a más largo plazo, pero, en general, se va absorbiendo y ya no es un problema que lastre el mercado de forma generalizada”.

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